Si esta pregunta lleva tiempo rondando en tu cabeza, es hora de empezar a investigar todo lo que debes saber sobre el examen de inglés que más se adapte a tus necesidades académicas y profesionales.
En la actualidad, cada vez son más los programas de becas y Organismos Oficiales que exigen un examen o certificación para evaluar el nivel de inglés. Desde American Language Academy te asesoramos y te ofrecemos toda la información que necesites para la elección de la prueba más afín a tus objetivos. Toma nota y ¡Keep learning with ALA!
Prioriza y ten claros tus objetivos
Antes de adentrarte en la preparación de un examen de inglés, debes tener claro tus objetivos básicos, tu contexto actual y el nivel de inglés del que partes. ¿Necesitas el examen para fines académicos? ¿Quieres un certificado que avale tus competencias en el idioma inglés para fines profesionales? La respuesta a estas preguntas puede orientarte enormemente hacia tu meta de estudios.
Algunos certificados como el TOEFL engloban criterios más académicos o se dirigen a certificar un conocimiento del inglés más genérico. Otros, como el TOEIC se encaminan a evaluar el inglés en un ámbito más específico.
Refresca tus conocimientos
Muchos estudiantes se equivocan a la hora de plantearse cómo superar exámenes como el TOEIC o TOEFL. No se trata de “aprobar” el examen sino de tener una puntuación alta y acorde con la que solicita la universidad, institución o programa específico. Ten en cuenta que este tipo de exámenes son herramientas de “medición” de tus conocimientos sobre el inglés.
Además del planteamiento inicial sobre el examen, deberás elegir el curso de inglés que mejor te ayude a lograr un buen resultado en la prueba. La mayoría de academias de inglés, o centros especializados, piden un nivel mínimo que suele ser el B2 o nivel intermedio-avanzado para realizar estos cursos específicos de preparación.
Un curso puenteo de inmersión inicial es también una buena opción antes de iniciar la preparación intensiva del examen.
Refresca tu inglés, desperézate y prepárate para estar al día desde el inicio del curso. Para estos exámenes no solo debes centrarte en el estudio de inglés, sino que, saber cómo es el modus operandi de cada prueba es fundamental para lograr buenos resultados.
TOEIC – TOEFL
Por un lado el TOEIC (Test Of English for International Communication) es una prueba que evalúa el nivel de inglés en ambientes laborales. Basado en una prueba de 200 preguntas que miden comprensión lectora y auditiva, es el examen líder en el sector del inglés profesional.
El TOEFL (Test Of English as a Foreign Language) mide los conocimientos generales de inglés para hablantes no nativos. Está más enfocado al ámbito académico. Es necesario, por ejemplo, para acceder a universidades extranjeras, y está reconocido por más de 9.000 instituciones en 130 países. Para becas como la Fulbright se exige una puntuación de 100 sobre 120.
El TOEFL evalúa speaking, listening, reading y writing. Desde 2006 se realiza en formato online como TOEFL IBT.
Ten en cuenta que este tipo de exámenes son herramientas de “medición”. No se trata de aprobar o suspender, sino de conseguir la puntuación más alta y óptima para tus objetivos profesionales o académicos.
GMAT – GRE
El GMAT (Graduate Management Admission Test) es una prueba clave para acceder a programas de MBA. Considerado como la “selectividad” de las escuelas de negocios, se exige junto al TOEFL y un buen expediente académico.
Con más de 60 años de vida, es aceptado por más de 2.000 programas. Tiene una duración de unas 4 horas, sin parte oral, y se divide en tres secciones: Redacción analítica, Cuantitativa y Verbal. Una puntuación competitiva sería de 650.
El GRE (Graduate Record Examination) es el más solicitado para programas de máster o doctorado. Gestionado por ETS, también se divide en secciones analítica, cuantitativa y verbal. Si el GMAT es para MBA, el GRE es para estudios de posgrado más generales.
¿Cómo elegir el curso adecuado?
Ahora que ya dispones de toda la información sobre los diferentes tipos de exámenes de inglés, llega la hora de elegir el curso de preparación que más se adapte a tus necesidades y prioridades. No te obceques con prepararte en el menor tiempo posible.
A veces un curso de días alternos es más óptimo que uno intensivo, ya que te da más tiempo para absorber los conocimientos.
Recuerda ser constante y perseverante. La preparación para un buen resultado es una carrera de fondo que debes llevar al día. ¡Desde ALA te deseamos mucho ánimo y mucha suerte en tu elección!