Hablar un segundo idioma tiene numerosos beneficios. Habituarnos a una segunda lengua, distinta a la materna, no solo nos abre muchas puertas de éxito profesional y académico, sino que también potencia nuestro desarrollo cognitivo reportándonos numerosas ventajas para nuestro pensamiento.
Profesionales en la materia lo tienen claro, pensar en otro idioma hace que nuestras decisiones sean más reflexivas y menos impulsivas que si lo hacemos en nuestra lengua madre. Ahora bien, para lograr pensar con fluidez en un idioma como el inglés, más comunes y sobre todo, dejarnos llevar y no caer en la timidez. Aquí tu curso de inglés es clave, ya que te permitirá practicar y mejorar diariamente.
Pensar en inglés, sin detenernos a traducir mentalmente cada palabra, es posible si se aplican una serie de prácticas y hábitos que se pueden adquirir en un determinado plazo de tiempo.
Desde American Language Academy, tu academia de inglés en Madrid te contamos todo lo que necesitas saber sobre los trucos que te permiten pensar en inglés de forma práctica y mejoran la fluidez del idioma. Toma nota y keep learning with ALA!
Pensar en otro idioma aporta grandes beneficios
Como comentamos al principio del artículo, cada vez son más los expertos que afirman la riqueza que supone pensar en un idioma diferente al materno. Entre sus beneficios se encuentran los siguientes:
1. Decisiones menos emocionales y más centradas en el beneficio
Albert Costa, uno de los mayores expertos en bilingüismo de España, afirma que las personas que logran pensar en otro idioma, tienden a tomar decisiones que se centran más en el beneficio y reflexión.
2. Aumento de nuestra self confidence o autoestima
Para conseguir la fluidez en una conversación con un hablante de otro idioma es necesario liberarnos de cualquier atisbo de timidez y lanzarnos a la piscina. Cuánto menos dudoso nos sintamos acerca de lo que queramos expresar en otro idioma, mayor fluidez lograremos y, si aumentamos esta acción con constancia y práctica, nuestra autoestima se verá del todo reforzada.
Trucos para pensar en inglés y mejorar el idioma
La motivación es tu gran aliada
Si tienes motivación tienes poder. Para que puedas pensar en inglés sin dificultad, intenta fijarte en tu camino idiomático. Sé realista y mide tus objetivos según tus necesidades de tu día a día (horas libres, tiempo para adentrarte en nuevos entornos…)
Prepara un horario para practicar tu inglés, tanto en tu curso como en tu casa. En tu tiempo libre aprovecha y busca experiencias en inglés (teatro, intercambios de idiomas, películas en VOSE) pero, sobre todo, focaliza tu objetivo: llegar a tu nivel de inglés deseado. Con disciplina y motivación, podrás llevar a cabo tus logros deseados.
Rodéate del contexto adecuado
Además de aprovechar al máximo todo lo que aprendes y potencias en tus clases de inglés, trata de disponer un “entorno en inglés” a tu alrededor. En tu curso, intenta hablar en inglés con tus compañeros, no solo dentro de clase sino en tiempo de descanso o a la salida.
Recuerda que el profesor de tu curso de inglés puede ser un gran aliado para establecer conversaciones en inglés e interiorizar verbos y expresiones gramaticales que vayas viendo en la propia clase. Cuanto más avances en la práctica conversacional, mejor le irá a tu capacidad de expresarte en inglés y, por ende, lograrás la agilidad deseada, en el menor tiempo posible.
También, hay otros trucos como configurar el idioma de tu teléfono y de tu ordenador personal en inglés. ¡Cuanto más contacto, mejor!
Interioriza palabras que te resulten complicadas
Trata de llevar siempre contigo una libreta donde puedas apuntar todas aquellas palabras en inglés que te resulten más complicadas. Pueden ser términos de cualquier tipo, verbos, phrasal verbs, preposiciones, adjetivos, etc.
El hecho de escribirla varias veces hará que interactúes más con la palabra para que esta no se quede olvidada en tu mente. Si, además, refuerzas esta práctica revisando con frecuencia, en tu tiempo de estudio, las lecciones vistas en clase, lograrás convertir palabras en pensamientos y estos, en expresiones que te saldrán solas, sin tener que dudar o traducir en tu mente.
Olvídate del traductor
El traductor puede ser un buen recurso de ayuda en una situación puntual donde encontremos la palabra exacta a expresar en inglés, pero be careful, conviene no acostumbrarnos a él.
Es verdad que con la riqueza tecnológica que nos rodea, tenemos muchos dispositivos que pueden ser un gran apoyo para situaciones antes las que nos tengamos que desenvolver en inglés (una conversación con un nativo, atender un meeting de trabajo en inglés, escribir un documento o presentación académica…). Los traductores no siempre son veraces al 100% y además, exponiéndote a buscar la palabra en el diccionario, leerla en frases y anotarla, interiorizarlas y así, la expresarás mejor cuando tengas que pensar en inglés.
Activa tus conocimientos en inglés y practica
La práctica es fundamental. Es importante que interactúes con el vocabulario que vayas viendo en tu curso de inglés, al igual que con verbos y construcciones sintácticas, y que lo sigas trabajando en casa. ¿De qué forma? Para que el aprendizaje sea de lo más óptimo posible, es del todo recomendable hacer frases, realizar ejercicios y usarlo en todas aquellas conversaciones que puedas tener en inglés.
Cuanto más practiques los nuevos conocimientos aprendidos en clase, mayores resultados obtendrás en tus metas y objetivos idiomáticos.